Este miércoles se reportaron temperaturas altas a un nivel que fue considerado peligroso. Estados como Missouri, Oklahoma y Kansas se vieron afectados por ellas.  Se calcula que más de 80 millones de personas estarían sufriendo las consecuencias de esta nueva ola de calor en Estados Unidos

El Servicio Meteorológico Nacional  (NWS por sus siglas en inglés) informa que la ola no pasará pronto, pues esperan que el día jueves haga aún más calor, entre 35 y 37 grados centígrados. No obstante se espera que al caer la noche puedan “refrescarse” las ciudades.

Expertos sostienen que en las ciudades con mayor cantidad de humedad, es probable que la temperatura se sienta diez grados por encima de lo que en realidad está. Tan solo en Tennessee se esperan temperaturas máximas de 40 grados. Este estado no habría alcanzado temperaturas como estas desde el año 1875.

El NWS advierte que esta ola de calor en algún momento se irá moviendo por todo el territorio de los Estados Unidos, lo que si es cierto es que las llanuras centrales mantendrán temperaturas altas por al menos una semana.

Los científicos aclaran que si bien es verano y las temperaturas suelen estar elevadas, es preocupante la constancia de las ráfagas de calor que atacan el país.