La demanda de energía en el Southwest Power Pool (SPP) alcanzó un récord el viernes y es probable que lo supere el martes. Esto se debe a que los hogares y las empresas de la región central de EE.UU. mantienen sus aires acondicionados encendidos para escapar de una persistente ola de calor.
Ese calor también ha hecho que la demanda en Texas alcance máximos históricos. Esto ha obligado al operador de la red del estado, el Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT), a instar a los consumidores a conservar la energía. La finalidad es evitar que se tomen medidas más drásticas para reducir el consumo.
En general, se espera que Estados Unidos utilice cantidades récord de energía en 2022 debido sobre todo al creciente crecimiento económico y demográfico en los estados del Cinturón del Sol. Esto reciben energía desde ERCOT, el SPP y en el sureste de Estados Unidos.
La SPP, que gestiona la red para casi 18 millones de personas en 17 estados desde Dakota del Norte hasta Texas. Por el momento, no ha tomado tantas medidas como ERCOT para controlar el uso y satisfacer la demanda récord.
La SPP, al igual que la ERCOT, pidió a sus miembros que pospusieran el mantenimiento de algunos equipos críticos, como las líneas eléctricas y las plantas generadoras. Esto es algo habitual para garantizar la disponibilidad de recursos en momentos de gran demanda.
Las temperaturas seguirán altas en Estados Unidos por la ola de calor
AccuWeather pronosticó que las temperaturas en Oklahoma City, la mayor ciudad de la SPP, pasarán de 100 Fahrenheit (37,8 Celsius) el lunes a 110ºF (43,3°C) el martes. Ese sería el día más caluroso en la ciudad desde agosto de 2012, cuando las máximas alcanzaron un récord de 113 F (45°C), y se compara con una máxima normal de 94ºF para esta época del año, según datos federales.
La SPP dijo que el uso de la energía alcanzó un nivel preliminar de 52.028 megavatios (MW) el 15 de julio, superando el récord anterior de 51.510 MW el 14 de julio, y llegará a 53.024 MW el martes.
Un megavatio puede suministrar energía a unos 1.000 hogares estadounidenses en un día normal, pero sólo a unos 200 hogares en un día caluroso de verano.