Nairobi, en Kenia es una ciudad humilde, pero que busca prosperar. En las calles de sus barrios cada vez hay una mayor cantidad de negocios que están prosperando y muchos emprendedores de Kenia están empezando negocios. Pequeños emprendimientos como los "boda-boda" (moto taxis) o puesto de frutas y hortalizas se han hecho muy comunes.

Trabajar de manera independiente, para muchos se ha convertido en una excelente forma de poder conseguir el sustento para su familia. Un conducto de "boda-boda" puede llegar a ganar unos 1.000 chelines al día, lo que equivale a 8 euros. A pesar de que esto pueda parecer poco dinero, lo cierto es que es el salario de un keniano es de unos 15.000 chelines al mes.

Sin embargo, estos conductores de "boda-boda" se han visto envueltos en muchos problemas, especialmente por infringir las normas de tránsito. Además del aumento de la delincuencia, por lo que el gobierno de Kenia ha buscado dar una solución a este problema. El primer paso ha consistido en crear un censo para estas personas, y según datos de la NTSA, hay alrededor de 1.4 millones de motos registradas.

De igual forma, los "quioscos" de venta de frutas, verduras también se han popularizado en el país. Según Silius Mutua, un emprendedor de este negocio, su quiosco le genera unos 1.500 chelines al día o 12 euros. Asegura que cientos de clientes visitan su puesto de verduras al día, pero también tienen que lidiar con clientes que "fian" y terminan por no pagar.

Sin lugar a dudas, cada uno de los emprendimientos en el país tiene sus propias dificultades, lo que hace tengan que ingeniárselas. Además de los temas sociales del país, el gobierno también busca formalizar todos estos nuevos negocios. Funcionarios suelen llegar a estos pequeños negocios no registrados y exigirles licencias que no poseen. Ante esto, muchos se ven en la obligación de pagarle a dicho funcionario para que les deje trabajar.

Los emprendedores de Kenia tienen visión a futuro de sus negocios, es por ello que muchos buscan cumplir con todas la formalidades legales. Después de todo, pueden terminar pagando más a funcionarios corruptos que lo que pagarían en impuestos.