Un tribunal francés se prepara para dictar veredictos contra 20 hombres acusados ​​de participar en los ataques de París de 2015 en los que murieron 130 personas.

Entre los acusados ​​se encuentra Salah Abdeslam, visto como el principal sospechoso y el único presunto atacante que ha sobrevivido.

Le dijo al tribunal esta semana que "no era un asesino, ni un asesino" y que condenarlo por eso sería "una injusticia".

El juicio, el más grande en la historia moderna de Francia, comenzó en septiembre pasado.

Durante más de nueve meses, las víctimas, los periodistas y las familias de los muertos se han alineado frente a la sala del tribunal especialmente construida en París para reconstruir la historia del peor ataque en Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

La combinación de ataques con armas y bombas en bares, restaurantes, el estadio nacional de fútbol y el local de música Bataclan el 13 de noviembre de 2015 causó cientos de heridos junto con los muertos.

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Se espera que los veredictos comiencen a partir de las 17:00 hora local (16:00 BST).

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Los testimonios durante el juicio han sido a veces desgarradores, como la reproducción de grabaciones de audio desde el interior del Bataclan.

Una víctima escuchó su propio intercambio con el pistolero que lo tomó como rehén. Dijo que hacer que la corte lo escuchara con él fue "lo más curativo".

Pero el testimonio también ha sido a menudo denso, detallado y confuso.

Las explicaciones de Salah Abdeslam, ahora de 32 años, fueron a veces contradictorias y difíciles de seguir.

Está acusado de ser parte de un escuadrón de 10 hombres de yihadistas fuertemente armados que lanzaron el ataque, antes de deshacerse de su cinturón suicida y huir de regreso a su casa en Bruselas, donde vivían muchos de sus coacusados.

Los fiscales solicitaron una cadena perpetua para Salah Abdeslam, la pena más severa para criminales que se puede imponer según la ley francesa, con solo una pequeña posibilidad de libertad condicional después de 30 años.

Solo se ha entregado cuatro veces desde 1994.

De los 20 hombres enjuiciados, seis, incluidos cinco altos funcionarios del grupo militante Estado Islámico, están siendo juzgados en ausencia, ya que se presume que murieron durante el ataque.

La corresponsal de la BBC en París, Lucy Williamson, dijo que el juicio extraordinario "fue una forma en que el estado francés entendió lo inexplicable y reafirmó el control sobre el caos y el terror" de los ataques.

Pero muchas víctimas dicen que también les ha ayudado a superar su trauma