La factura de la guerra en Ucrania va a ser grande y la van a pagar todos, empezando por los europeos. El conflicto bélico iniciado por Moscú confirma los peores presagios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que rebaja en punto y medio, a solo 3%, sus previsiones de crecimiento globales para este año, mientras la inflación sigue disparada. Y las cosas aún pueden ponerse peor, advierte, tanto para los países pobres como para Europa, que tiene la guerra a sus puertas y a la que cortar su dependencia energética de Rusia le puede salir más caro aún de lo que ya está siendo.
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