Casi cinco meses después de su insensata guerra contra Ucrania, Rusia ha inventado una nueva y descabellada explicación de por qué los planes del Kremlin para una rápida toma de posesión se vinieron abajo. Los rusos aseguran que las tropas ucranianas fueron convertidas en máquinas de matar sobrehumanas. Todo esto debido a "experimentos secretos" en biolaboratorios gestionados por Estados Unidos.

Sin tener en cuenta los innumerables informes sobre las tropas rusas que se negaron a luchar por miles. Además de los soldados que saboteaban su propio equipo de mala calidad y incluso hiriéndose deliberadamente para abandonar la guerra. Pero los legisladores rusos afirman que el verdadero revés para Moscú fueron los soldados ucranianos "drogados".

Esta afirmación fue hecha el lunes por dos legisladores rusos que encabezan una comisión para investigar los "biolaboratorios" en Ucrania.

Konstantin Kosachev, vicepresidente del Consejo de la Federación de Rusia, e Irina Yarovaya, vicepresidenta de la Duma del Estado, pregonaron lo que describieron como hallazgos demoledores de la "investigación".

Los análisis de la sangre de los prisioneros de guerra ucranianos, afirmaron, descubrieron "una serie de enfermedades". Estos hallazgos sugieren que fueron debido a experimentos secretos "con fines militares".

"Las drogas para mejorar el rendimiento que se les administra, buscan neutralizar completamente los últimos rastros de conciencia humana y convertirlos en los monstruos más crueles y mortales", afirmó.

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Rusia también afirma que además de las "drogas", también tienen anticuerpos para enfermedades

Extrañamente, también afirmó que encontraron anticuerpos contra la hepatitis A en la sangre de los presos ucranianos. Esta es, para ellos, una prueba de una conspiración de los biolaboratorios estadounidenses. Culpan a un antiguo ministro de Sanidad de Ucrania que tenía doble nacionalidad ucraniana-estadounidense. Este había trabajado para adquirir medicamentos para el tratamiento de la hepatitis en el país.

Las afirmaciones parecen ser una nueva versión de la teoría de la conspiración de los laboratorios biológicos que el Ministerio de Defensa de Rusia ha lanzado sistemáticamente para intentar justificar la guerra.

Aunque la teoría de la conspiración se remonta a la Unión Soviética, ha sido amplificada por las figuras el Kremlin después de la invasión. La afirmación inicial de Moscú de que invadió Ucrania para "desnazificar" un país dirigido por un presidente judío no logró ganar mucha tracción más allá de su propia propaganda interna.

La última iteración parece estar dirigida a explicar los reveses militares de Rusia por medio de tropas ucranianas mutantes.